24 Oct Aporta tu granito de arena a la neurociencia
La idea parece bastante simple: la tarea del neuro juego es rastrear líneas con el ratón de tu ordenador mientras escuchas música suave, dibujando las ramificaciones de una neurona. Puedes rotar el bloque donde está incrustada la neurona y acercar para ver los detalles. Es algo fascinante, si piensas en cómo estás uniendo las partes y las conexiones de tu cerebro.
Pero a medida que sigues señales débiles que consisten en puntos blancos borrosos, te das cuenta de que esta aplicación es mucho más que un simple juego de unir puntos; se trata de adivinar dónde conducen las ramificaciones y borrar errores en el proceso.
Incluso si piensas que estás fallando, sigues intentandolo por una razón alentadora: estás ayudando a avanzar en la ciencia del cerebro. Este método se encuentra a la vanguardia de una tendencia del siglo XXI: iniciativas de “ciencia ciudadana” que utilizan datos de los jugadores para continuar la investigación del cerebro en curso.
Este juego de rastreo de neuronas se llama “Mozak”, la palabra serbocroata para cerebro. Fue creado por el Instituto Allen para Ciencias del Cerebro y el Centro de Ciencias de los Juegos, el juego en línea gratuito ha atraído a unos 2.500 jugadores desde su lanzamiento en noviembre del año pasado.
Los neurociudadanos están ayudando a los científicos a entender cómo funcionan los circuitos neuronales en nuestro cerebro y su estructura. A partir de imágenes de neuronas tridimensionales dentro del tejido cerebral vivo, los jugadores pueden trazar y reconstruir formas de neuronas humanas y de ratón, que luego pueden clasificarse y estudiarse. Esta información puede eventualmente ayudar a los científicos a comprender y desarrollar curas para enfermedades cerebrales como el Alzheimer.
“Ya después de solo seis u ocho meses, ‘Mozak’ ha acelerado la reconstrucción neurológica de las neuronas en 3,6 veces en comparación con lo que los científicos hacían hasta ahora”, dijo el director del Centro de Ciencias del Juego, Zoran Popović. “Ahora estamos buscando ayudar no solo al Instituto Allen de Ciencias del Cerebro sino a siete u ocho laboratorios internacionales diferentes en todo el mundo. Así que esperamos tener un impacto a escala mundial.
Una característica única de “Mozak” es que los jugadores pueden interactuar con los científicos en tiempo real, por lo que reciben comentarios directos que les ayudan a comprender lo que están haciendo correctamente o incorrectamente. Si está atascado o confundido acerca de un rompecabezas en particular, puedes ver los consejos que los científicos han publicado o preguntar a otros miembros de la comunidad.
“Entonces hay una especie de proceso de aprendizaje a gran escala en el que un experto está entrenando a cientos de personas para mejorar mucho”, dijo Popović.
A través de este “aprendizaje” en línea, la comunidad de neurociencias está creciendo y llegando a más personas.
“No son solo los científicos los que trabajan con los resultados de ‘Mozak’, sino que la gente se ve arrastrada lentamente hacia procesos cada vez más profundos de neurociencia”. Zoran Popovic, director del Centro de Ciencias de los Juegos.
“No se trata solo de que los científicos trabajen con los resultados de ‘Mozak’, sino que la gente se vea arrastrada lentamente hacia procesos cada vez más profundos de neurociencia”, dijo Popović. “Es realmente una especie de vía para aumentar la población de neurocientíficos trabajando en este problema”.
Bob Bondi, un desarrollador de software retirado y bajista activo en una banda local en Bend, Oregon, es una de esas personas que han sido absorbidas en el mundo de la neurociencia a través de “Mozak”.
“Me hizo prestar atención a las noticias que tienen que ver más con las neuronas y el cerebro”, dijo. “Algunos de los descubrimientos han sido absolutamente sorprendentes”.
Bondi ha estado jugando “Mozak” desde que salió, normalmente registrado de 10 a 20 horas a la semana. Aunque no disfruta de otros videojuegos, interpreta a “Mozak” porque le resulta relajante y mentalmente estimulante, dijo. A veces le gusta pensar en las neuronas de la pantalla como perlas o chorros de estrellas.
“Tengo 69 años ahora, así que solo necesito algo para mantener mi mente activa, no videojuegos que requieran mucha energía para jugar”, dijo.
Cuando los jugadores se vuelven realmente avanzados, argumenta Popović, deberían ser contratados y pagados por su trabajo.
“Algunas de estas personas se han vuelto tan buenas que hay una base sólida para muchos de estos laboratorios que dicen: ‘Oye, queremos pagarte por hacerlo porque eres muy hábil y lo necesitamos desesperadamente'”, dijo. .
Si bien no conoce ningún laboratorio que haya contratado jugadores, Popović cree que sucederá en el futuro cercano. Incluso sugirió que los laboratorios ofrezcan estructuras de incentivos para los jugadores.
“Sería rentable para los investigadores, y también es una forma novedosa de crear profesiones académicas”, dijo.
Junto con la ruta univeritaria tradicional y trabajar en un laboratorio, podría haber una “vía rápida basada en pruebas donde te unes al proceso de aprendizaje, y luego te vuelves mejor en la tarea hasta el punto en que te conviertes en una parte insustituible del proceso científico “, dijo.
Tal vez eventualmente, juegos como “Mozak” lleven a nuevos empleos y profesionales, de la misma forma en que los videojuegos tradicionales han creado eSports.
Pero incluso si no le pagan, dijo Bob Bondi, planea seguir jugando a “Mozak”. Le gusta ser parte de una comunidad de otros jugadores y científicos, en la que da y recibe ayuda. Después de alcanzar el consenso, le gusta que pueda verificar su trabajo y mejorar. Pero, sobre todo, interpreta a “Mozak” por el conocimiento de que está contribuyendo a la neurociencia como neurociudadano, dijo.
“Tal vez”, dijo, “de alguna manera, parte de mi rastreo será algo que hará que estos muchachos se sienten en el laboratorio y descubran algo que no sabían antes”.
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