LABORATORIO DE NEUROFISIOLOGÍA CLÍNICA

1. Electromiografía

La electromiografía permite detectar alteraciones del sistema nervioso periférico (nervio, músculo y unión neuromuscular), a través de la aplicación de pequeños estímulos eléctricos y/o pequeños pinchazos con una aguja fina en la zona de estudio. Es una prueba que sólo debe realizarse en centros especializados con alta tecnología como ALEVIA, porque cualquier mínimo detalle puede ocasionar un diagnóstico erróneo.

Razones por las que se realiza el estudio

Permite decidir (apoyando la opinión de un cirujano) si una determinada lesión (como una hernia discal o un atrapamiento de un determinado nervio) puede requerir tratamiento quirúrgico o no.

 Cualquier nervio puede dañarse a consecuencia de un accidente, aunque algunos se lesionan con mayor frecuencia, por su localización. La lesión de un nervio produce: debilidad, atrofia (pérdida de volumen del músculo afectado). También provoca trastornos sensitivos (parestesias, disestesias, alodinias), alteraciones vegetativas o tróficas cutáneas, anomalías en los reflejos y cambios en el estudio electromiográfico y electroneurográfico.

La afectación compresiva nerviosa más frecuente es el Síndrome del túnel del carpo (el nervio mediano se atrapa en la mano). Su clínica habitual es:

  • Torpeza de la mano afectada al manipular objetos.
  • Entumecimiento u hormigueo en el pulgar y en los dos o tres dedos siguientes de predominio nocturno.
  • Dolor que se extiende al codo.
  • Problemas con los movimientos finos de los dedos (coordinación).
  • Atrofia del músculo por debajo del pulgar.
  • Debilidad en una o ambas manos.

2. Vídeo-Electroencefalografía (EEG)

Se registra la actividad eléctrica cerebral mediante unos electrodos en el cuero cabelludo, que recogen los diferentes ritmos eléctricos cerebrales, en reposo y bajo determinados estímulos. Se sincroniza con un vídeo.

Razones por las que se realiza el estudio

La electroencefalografía es una prueba ampliamente conocida y utilizada en el campo de la neurofisiología y la neurología; tiene múltiples aplicaciones ya que aporta información objetiva sobre el estado de la actividad eléctrica cerebral.

Permite detectar anomalías de la actividad eléctrica cerebral, típicas de alteraciones que afectan al sistema nervioso, como intoxicaciones, consumo de drogas, enfermedades inflamatorias, infecciosas, vasculares, tumorales o degenerativas, entre otras. Se emplea frecuentemente para el diagnóstico de problemas del sueño o de epilepsia.

3. Potenciales evocados

El electroencefalógrafo permite captar los cambios en la actividad eléctrica cerebral provocados por los estímulos sensoriales. Estos cambios del trazado electroencefalográfico reciben el nombre de potenciales evocados. De este modo, la exposición a un flash, un ruido intenso o un estímulo táctil dan lugar a unas ondas eléctricas cerebrales características. Si el estímulo visual, auditivo o la sensación eléctrica dada en pies y manos no produce la señal esperada, en el tiempo y lugar adecuados, quiere decir que hay algún problema de la vía nerviosa. El estudio de los potenciales evocados es, de este modo, un procedimiento neurofisiológico que evalúa la función y la integridad del sistema perceptivo y sus vías.

Razones por las que se realiza el estudio

Los potenciales evocados son técnicas de apoyo para el diagnóstico de alteraciones de las vías sensitivas. Ayudan a detectar lesiones y a esclarecer sus causas.

También son útiles para el control evolutivo de procesos ya conocidos y detectar signos de una enfermedad que aún no ha provocado ningún síntoma. Los resultados obtenidos son datos objetivos, concluyentes de lesión o de normalidad, lo que es muy importante para comprobar la relación real entre lo que indica el enfermo y la lesión real.

Son importantes en enfermedades como neuritis óptica, esclerosis múltiple, hipoacusias, traumatismos craneales, lesiones de médula espinal o neuropatías.

Asimismo, también es útil para el diagnóstico o la determinación del riesgo de secuelas en pacientes en coma o anestesiados, en los que un examen neurológico no es concluyente.